LA NECESIDAD DE UNA DIETA PARA TRATAR LA ARTRITIS
La afección comúnmente denominada "artritis" es en
realidad casi un centenar de afecciones diferentes, cada una de las cuales
provoca diversos grados de dolor y pérdida de movilidad. Según la Arthritis
Foundation, "más de 20 millones de estadounidenses de todas las edades
padecen una forma de artritis lo suficientemente grave como para requerir
atención médica." Estas afecciones afectan más a las mujeres que a los
hombres.
Para quienes corren el riesgo de padecer ciertas formas de
artritis, es importante asegurarse de que se mantienen niveles óptimos de
salud, lo que incluye alcanzar y mantener un peso saludable. También es
importante aprender todo lo posible sobre la enfermedad. La artritis reumatoide
es la enfermedad más grave de este apartado. Afecta a tres veces más mujeres
que hombres. Casi el 80% de los pacientes con artritis se lesionan entre los 25
y los 50 años. En algunos casos, las diversas formas de
artritis pueden llegar a ser tan graves que la sustitución de la articulación es
la única esperanza de aliviar el dolor y permitir la vuelta a cualquier forma
de actividad.
necesidades de proteínas a lo largo de los años
Para las personas de entre 19 y 55 años, las necesidades
diarias típicas de proteínas son de 4 a 0,8 gramos por kilo de peso corporal;
sin embargo, las necesidades pueden ser ligeramente superiores para las
personas muy activas. Sin embargo, una vez que una persona llega a los 55 años,
puede necesitar más proteínas en su dieta por una serie de razones. Las
proteínas adicionales son necesarias para las personas que padecen enfermedades, a menos que se trate de ciertos tipos que pueden empeorar con las proteínas),
accidentes o traumatismos, quemaduras, escaras y operaciones. A una persona de
55 años o más se le puede aconsejar que añada proteínas adicionales, hasta un
programa completo por kilo de peso corporal (casi un tercio más de lo que se
suele recomendar. El problema general de una persona mayor es la reducción del
apetito. Por ello, puede ser importante que la persona mayor obtenga parte de
sus proteínas en forma de suplementos para facilitar su consumo.
Una dieta sana y antiinflamatoria
Hay una serie de dietas que se sugieren para reducir el
riesgo de desarrollar ciertas enfermedades y afecciones relacionadas con la
edad. Sin embargo, como la artritis reumatoide no está técnicamente relacionada
con la edad y se considera una enfermedad autoinmune, no se ve afectada por un
cambio en la dieta. Antes de considerar cualquier cambio en la dieta, se
recomienda consultar a un médico y/o nutricionista, especialmente si existen
otros problemas de salud subyacentes que deban ser tratados.
Los tres macronutrientes, proteínas, carbohidratos y grasas,
son importantes, pero deben formar parte de una dieta sana, equilibrada y variada.
Elegir o no comer de origen animal es una decisión completamente personal. Hay
opciones saludables de grasas y proteínas, tanto en forma animal como vegetal.
El primer paso para saber cuánto comer es averiguar cuántas calorías necesita
cada día. Una vez que sepas cuántas calorías son adecuadas para ti, puedes
empezar a diseñar una dieta que debería consistir en un 40-50% de hidratos de
carbono complejos, un 30% de grasas saludables y un 20-30% de proteínas (la
ingesta de proteínas no debería superar el 35% de las calorías diarias a menos
que lo recomiende específicamente un médico. Cada uno de los tres
macronutrientes debe incluirse en cada comida. La cantidad de proteínas que
consumes puede aumentarse o reducirse en función de tus necesidades específicas.
Por ejemplo, la ingesta de proteínas debe ser ligeramente inferior en la
artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune.
El dolor de la artritis y su círculo vicioso
La artritis puede causar tanto dolor que las actividades de
la vida diaria, como comer, beber o cocinar, pueden ser casi imposibles de
realizar. Algunos medicamentos pueden causar malestar estomacal, lo que hace
que la persona sea aún menos propensa a comer los alimentos adecuados en las
cantidades correctas. Cuanto menos alimentos ingieren, más débiles están, lo
que les hace más susceptibles de sufrir ataques de asma y convulsiones, y el
ciclo continúa. Si te aseguras de comer la cantidad adecuada de alimentos y de
obtener los nutrientes correctos, puedes mantenerte fuerte y saludable.
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