CAUSAS COMUNES DE LA ARTRITIS





Existen 100 formas diferentes de artritis, cada una con sus propias causas y factores de riesgo. Los tipos más comunes son la artrosis, la artritis reumatoide y la gota. Puede ser difícil determinar la causa de la artritis, ya que hay muchos factores superpuestos que suelen contribuir a su desarrollo. Entre las posibles causas de la artritis se encuentran el desgaste relacionado con la edad y el estilo de vida, las infecciones, las lesiones y las enfermedades autoinmunes.

Causas comunes
Para cada uno de los principales tipos de artritis, existen varias causas y factores de riesgo, pero estos son los más frecuentes.

Edad avanzada
La edad avanzada es un factor importante en la artritis, ya que el cartílago se vuelve más frágil con el tiempo y es menos capaz de repararse. El desarrollo de la artrosis suele comenzar entre los 40 y los 50 años, aunque puede empezar antes en otras formas de la enfermedad.

La artritis puede aparecer a cualquier edad, incluso en los niños. Aunque es más frecuente en personas mayores, los síntomas deben evaluarse en todos los grupos de edad.

Lesión
Los daños anteriores en las juntas pueden provocar irregularidades en la superficie lisa normal de las juntas. Las lesiones previas desempeñan sin duda un papel en el desarrollo de la artritis de la muñeca, cuya compleja estructura ósea y cartilaginosa puede verse fácilmente comprometida por un impacto o una compresión. Otro ejemplo es la artritis causada por una fractura de la meseta tibial, en la que una zona del hueso roto penetra en el cartílago de la articulación de la rodilla.

Infección
Algunas infecciones alrededor de la articulación, ya sean bacterianas o víricas, provocan el deterioro del cartílago o la formación de lesiones cutáneas que penetran en la articulación y en la membrana sinovial. Las personas con infección articular (articulación séptica), múltiples episodios de gota o infecciones estafilocócicas recurrentes alrededor de una articulación tienen un mayor riesgo de desarrollar artritis.

Factores autoinmunes
La artritis reumatoide, la artritis psoriásica, la artritis idiopática juvenil y el lupus son algunos de los tipos de artritis inflamatoria en los que el sistema inmunitario ataca su propio tejido. Las causas no están claras y pueden deberse a varios factores, como la predisposición genética, la infección o la exposición ambiental. El sistema inmunitario se sensibiliza y produce anticuerpos que atacan las articulaciones y los órganos.

Genética
La genética parece desempeñar un papel clave en el desarrollo de algunos tipos de artritis, aunque esta asociación aún no se comprende del todo. Los antecedentes familiares pueden sugerir un mayor riesgo de padecer el tipo de artritis en cuestión. Por ejemplo, aproximadamente el 40% de los pacientes con psoriasis o artritis psoriásica tienen familiares con una de estas enfermedades.

Factores de riesgo del estilo de vida
Ciertas cosas que usted hace pueden aumentar el riesgo de algunas formas de artritis y empeorar los efectos de otras. Es importante tener en cuenta que el estrés que ejercemos sobre nuestras articulaciones hoy en día puede conducir al desarrollo de la artritis más adelante en la vida.

Obesidad
La obesidad contribuye directamente al estrés que puede experimentar una articulación. Esto es especialmente cierto en el caso de las articulaciones de la cadera y la rodilla, donde el exceso de peso tiene un impacto directo y provoca una inflamación que deteriora progresivamente los tejidos articulares.

Riesgos laborales
Los trabajos y actividades que implican un trabajo manual o movimientos repetitivos pueden provocar daños en las articulaciones y artritis. Por esta razón, a menudo se aplican medidas de protección para minimizar los daños causados por el levantamiento de objetos pesados y las actividades que requieren la flexión y extensión constante de una articulación. Incluso los pequeños movimientos repetitivos, como tirar de una palanca o empujar un carrito, pueden provocar el deterioro del cartílago de los huesos y las articulaciones a lo largo de muchos años.

Deporte
La actividad deportiva de alto nivel puede causar artritis si implica un impacto violento o una lesión en un hueso o una articulación. Esto ocurre en los deportes de contacto, pero también en los deportes que someten a la articulación a una tensión de impacto persistente, como las carreras de larga distancia.Por el contrario, una rutina de ejercicios moderada puede minimizar los síntomas o el desarrollo de la artritis al fortalecer la estructura muscular que rodea la articulación y la sostiene.



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